Índice
Esa historia la hice en otro foro.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola a todos aquí contare mi historia, que como me llamo pues me llamo Dreig y todo comenzó una noche oscura.
Habían pasado ya 20 eras desde las eras del exterminio donde cayeron mis padres y mis hermanos mayores. Sin duda una gran perdida en mi vida. A partir de entonces decidí guiarme solo en la vida. No quería estar con nadie, solo conmigo mismo. Yo y mi mente. Por el dolor de la perdida, deje de ser un keth'Nar para convertirme en una criatura errante y vagabunda. Aunque rozaba ya las 26 eras, apenas podía abrir la primera ala con toda efectividad.
Una noche, rondaba el ciclo de Vanepheus, vagabundeaba por el distrito aristócrata recordando eras pasadas. Pasé por delante de lo que fue un hogar para mi, y por varios lugares que visitaba de joven. Illyth brillaba con fuerza y se podía vislumbrar su corona azulada a través de los eternos nubarrones que cubrían el cielo. Regresando ya a mi escondrijo me tope con uno de los keth'nar de mi edad cuyo padre regreso sano y salvo de la gran guerra y que me atormentaba una y otra vez siempre que me lo cruzaba en mi camino.
- Vaya vaya vaya.... mira a quien tenemos aquí... pero si es
Mr vagabundo.... ¿has vuelto a ver a tus padres?
- Cierra la boca - dije evitando su mirada. Solo con su
presencia me moría de asco por dentro
- ¿Que pasa? Al nene le da nostalgia?
- ¡Cállate!
- Uuuuu que se nos pone duro!! Aunque no creo que lo
suficiente como para sobrevivir... por aquello de los genes.
En ese momento me hervía la sangre. Como se atrevía a mencionar a mi familia. Acaso sabia lo que realmente ocurrió en aquella cruenta batalla?? Realmente el verdadero cobarde fue su padre porque volvió mal herido de la batalla. Un keth'nar nunca abandonaría una lucha y moriría con honor.
Al no recibir ni una mísera replica el keth'nar se abalanzo sobre mi empujándome lejos.
- Eres un inútil como toda tu familia
Mientras me levantaba sentía como un gran odio y una ira que nunca había sentido crecían dentro de mi. Cabizbajo intente retomar mi camino pero mi contrincante no me dejo. Para evitar que escapara, me lanzo un puñetazo que rápidamente, sin siquiera darme cuenta, mi brazo reacciono solo y paro el golpe. No me lo podía creer. Aquella sensación de ira y odio que iba creciendo en mi había proyectado mi brazo para detener el puñetazo del keth'nar, otro puñetazo, dirigido a la cara, me dio de lleno y caí al suelo con un fuerte estrépito. En ese momento tirado en el suelo, mientras el Keth'nar rió fuerte con animo burlón observando como tapaba mi nariz sangrante. Sin duda ya no podía seguir manteniendo mi consciencia. Algo dentro de mi me pedía salir, hablaba a gritos desde mi subconsciente. El joven se acerco para propinarme una patada en el estomago, cuando sin previo aviso agarre fuerte su pierna antes de que la moviera y lo tire al suelo lleno de rabia. Entonces no me fije en nada salvo en mi objetivo que era el Keth'nar y me senté en su abdomen empecé a darle puñetazos. No era yo, era mi subconsciente cansado de huir del pasado, un subconsciente que necesitaba acción. necesitaba desahogarse, destruir algo. En medio de la locura y la rabia que estaba sintiendo, el Keth'nar paro unos de mis golpes y me dio la vuelta devolviéndome todos los puñetazos, ciego yo de rabia le di un golpe en la barbilla tan fuerte que lo alejo varios metros y le dejé tirado en el suelo. Lo vi ahí tirado intentando incorporarse asustado, sin saber por que y me lance a darle el golpe de gracia cuando vislumbre mi reflejo en un cristal. Y pude observar como de mi espalda salía un ala azul oscuro grande y hermosa. Estaba perplejo mirando mi reflejo, me miraba fijamente aquel ala, palpando el cristal con las yemas de los dedos sin poder creérmelo, había echo realidad una de las ilusiones de mi padre, en aquel momento recordé mi objetivo y me di la vuelta pero allí estaba solo no había nadie mas el Keth'nar había huido.
Empecé a andar en la oscuridad dedicando cada uno de mis pensamientos a lo que había ocurrido, sin fijarme en nada más que en el metal que iba pisando a cada paso. Unas imágenes luchaban por protagonizar mis pensamientos una y otra vez, casi a punto de volverme loco. Sin darme cuenta había llegado a una torre que solía frecuentar. Abrí la puerta, subí las escaleras y llegue al balcón. Allí, me quede mirando el tenue brillo de illyth. Cuando ya creía haber despejado mi mente, aquellas imágenes aparecieron de nuevo en mi mente, agotándome, martirizándome, agobiándome sin descanso. Unas imágenes borrosas que no lograba identificar.
Pasaron las faias y seguía dándole vueltas a aquellas imágenes imposibles de descifrar. Rabioso intente ahuyentar aquellas imágenes descargando mi ira e impotencia sobre la puerta del balcón, pero no sirvió de nada. Seguían acosándome. No podía mas. Al final, tras largas faias de agobiante infierno interno, la tenue luz del alba despejaron mi mente. Debía ir a la cabala, allí seguro que encontraba la respuesta.
De camino al cabala, no podía parar de pensar de pensar en esas imágenes, cuando llegue vi a un cabalista.
“Quiero una audiencia con el emperador Vahn Stroud”
El cabalista respondió:
“Lo siento señor pero no puedo hacer eso”
Con aquellas imágenes aun bombardeándome sin descanso la cabeza, atosigándome, mire fijamente a los ojos de aquel cabalista le coji del cuello y le levante los pies del suelo unos centímetros.
“He dicho que quiero una audiencia”
“Si…si señor” Se notaba el miedo en sus ojos.
El cabalista entro a toda velocidad al cabala, al rato salio y me dijo que podía pasar avanzaba por los oscuros pasillos absorto en mis pensamientos y en aquellas imágenes que no me dejaban en paz sin darme cuenta llegue a una gran puerta que se abrió nada mas llegar, los que había en aquella sala se me quedaron mirando y yo avanze con decisión asta llegar al trono donde estaba sentado Vahn Stroud emperador de Iyanna.
“Que quieres joven Keth'nar”
“Vera, es que unas imágenes me atosigan la mente y no se el significado quiero quitarme esas imágenes de la cabeza pero no se como”
“Acércate”
Me acerque con paso indeciso y me arrodille, de repente de su mano salio una extraña luz azulada y me empezó a doler fuertemente la cabeza esas imágenes me volvían a atosigar a atormentarme y a volverme loco, me empezó a sangrar la nariz, pensé cuando iba a acabar este suplicio y de repente todo paro y se volvió negro, lo que recuerdo que después de eso desperté en una habitación extraña y me vino un fuerte pensamiento del pasado era mi familia antes de partir a la guerra, lo ultimo que mi padre me digo fue.
“Nunca te rindas a las adversidades”
Desde que lo recordé no fui el mismo creo que Vahn me hizo algo en aquel momento que altero mi personalidad, pero me gusta ser así ahora vivo por y para la muerte, que me deparara el futuro no lo se pero algo grande seguro.
“La muerte solo es un paso a la liberación, acéptalo y vive con ello”
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola a todos aquí contare mi historia, que como me llamo pues me llamo Dreig y todo comenzó una noche oscura.
Habían pasado ya 20 eras desde las eras del exterminio donde cayeron mis padres y mis hermanos mayores. Sin duda una gran perdida en mi vida. A partir de entonces decidí guiarme solo en la vida. No quería estar con nadie, solo conmigo mismo. Yo y mi mente. Por el dolor de la perdida, deje de ser un keth'Nar para convertirme en una criatura errante y vagabunda. Aunque rozaba ya las 26 eras, apenas podía abrir la primera ala con toda efectividad.
Una noche, rondaba el ciclo de Vanepheus, vagabundeaba por el distrito aristócrata recordando eras pasadas. Pasé por delante de lo que fue un hogar para mi, y por varios lugares que visitaba de joven. Illyth brillaba con fuerza y se podía vislumbrar su corona azulada a través de los eternos nubarrones que cubrían el cielo. Regresando ya a mi escondrijo me tope con uno de los keth'nar de mi edad cuyo padre regreso sano y salvo de la gran guerra y que me atormentaba una y otra vez siempre que me lo cruzaba en mi camino.
- Vaya vaya vaya.... mira a quien tenemos aquí... pero si es
Mr vagabundo.... ¿has vuelto a ver a tus padres?
- Cierra la boca - dije evitando su mirada. Solo con su
presencia me moría de asco por dentro
- ¿Que pasa? Al nene le da nostalgia?
- ¡Cállate!
- Uuuuu que se nos pone duro!! Aunque no creo que lo
suficiente como para sobrevivir... por aquello de los genes.
En ese momento me hervía la sangre. Como se atrevía a mencionar a mi familia. Acaso sabia lo que realmente ocurrió en aquella cruenta batalla?? Realmente el verdadero cobarde fue su padre porque volvió mal herido de la batalla. Un keth'nar nunca abandonaría una lucha y moriría con honor.
Al no recibir ni una mísera replica el keth'nar se abalanzo sobre mi empujándome lejos.
- Eres un inútil como toda tu familia
Mientras me levantaba sentía como un gran odio y una ira que nunca había sentido crecían dentro de mi. Cabizbajo intente retomar mi camino pero mi contrincante no me dejo. Para evitar que escapara, me lanzo un puñetazo que rápidamente, sin siquiera darme cuenta, mi brazo reacciono solo y paro el golpe. No me lo podía creer. Aquella sensación de ira y odio que iba creciendo en mi había proyectado mi brazo para detener el puñetazo del keth'nar, otro puñetazo, dirigido a la cara, me dio de lleno y caí al suelo con un fuerte estrépito. En ese momento tirado en el suelo, mientras el Keth'nar rió fuerte con animo burlón observando como tapaba mi nariz sangrante. Sin duda ya no podía seguir manteniendo mi consciencia. Algo dentro de mi me pedía salir, hablaba a gritos desde mi subconsciente. El joven se acerco para propinarme una patada en el estomago, cuando sin previo aviso agarre fuerte su pierna antes de que la moviera y lo tire al suelo lleno de rabia. Entonces no me fije en nada salvo en mi objetivo que era el Keth'nar y me senté en su abdomen empecé a darle puñetazos. No era yo, era mi subconsciente cansado de huir del pasado, un subconsciente que necesitaba acción. necesitaba desahogarse, destruir algo. En medio de la locura y la rabia que estaba sintiendo, el Keth'nar paro unos de mis golpes y me dio la vuelta devolviéndome todos los puñetazos, ciego yo de rabia le di un golpe en la barbilla tan fuerte que lo alejo varios metros y le dejé tirado en el suelo. Lo vi ahí tirado intentando incorporarse asustado, sin saber por que y me lance a darle el golpe de gracia cuando vislumbre mi reflejo en un cristal. Y pude observar como de mi espalda salía un ala azul oscuro grande y hermosa. Estaba perplejo mirando mi reflejo, me miraba fijamente aquel ala, palpando el cristal con las yemas de los dedos sin poder creérmelo, había echo realidad una de las ilusiones de mi padre, en aquel momento recordé mi objetivo y me di la vuelta pero allí estaba solo no había nadie mas el Keth'nar había huido.
Empecé a andar en la oscuridad dedicando cada uno de mis pensamientos a lo que había ocurrido, sin fijarme en nada más que en el metal que iba pisando a cada paso. Unas imágenes luchaban por protagonizar mis pensamientos una y otra vez, casi a punto de volverme loco. Sin darme cuenta había llegado a una torre que solía frecuentar. Abrí la puerta, subí las escaleras y llegue al balcón. Allí, me quede mirando el tenue brillo de illyth. Cuando ya creía haber despejado mi mente, aquellas imágenes aparecieron de nuevo en mi mente, agotándome, martirizándome, agobiándome sin descanso. Unas imágenes borrosas que no lograba identificar.
Pasaron las faias y seguía dándole vueltas a aquellas imágenes imposibles de descifrar. Rabioso intente ahuyentar aquellas imágenes descargando mi ira e impotencia sobre la puerta del balcón, pero no sirvió de nada. Seguían acosándome. No podía mas. Al final, tras largas faias de agobiante infierno interno, la tenue luz del alba despejaron mi mente. Debía ir a la cabala, allí seguro que encontraba la respuesta.
De camino al cabala, no podía parar de pensar de pensar en esas imágenes, cuando llegue vi a un cabalista.
“Quiero una audiencia con el emperador Vahn Stroud”
El cabalista respondió:
“Lo siento señor pero no puedo hacer eso”
Con aquellas imágenes aun bombardeándome sin descanso la cabeza, atosigándome, mire fijamente a los ojos de aquel cabalista le coji del cuello y le levante los pies del suelo unos centímetros.
“He dicho que quiero una audiencia”
“Si…si señor” Se notaba el miedo en sus ojos.
El cabalista entro a toda velocidad al cabala, al rato salio y me dijo que podía pasar avanzaba por los oscuros pasillos absorto en mis pensamientos y en aquellas imágenes que no me dejaban en paz sin darme cuenta llegue a una gran puerta que se abrió nada mas llegar, los que había en aquella sala se me quedaron mirando y yo avanze con decisión asta llegar al trono donde estaba sentado Vahn Stroud emperador de Iyanna.
“Que quieres joven Keth'nar”
“Vera, es que unas imágenes me atosigan la mente y no se el significado quiero quitarme esas imágenes de la cabeza pero no se como”
“Acércate”
Me acerque con paso indeciso y me arrodille, de repente de su mano salio una extraña luz azulada y me empezó a doler fuertemente la cabeza esas imágenes me volvían a atosigar a atormentarme y a volverme loco, me empezó a sangrar la nariz, pensé cuando iba a acabar este suplicio y de repente todo paro y se volvió negro, lo que recuerdo que después de eso desperté en una habitación extraña y me vino un fuerte pensamiento del pasado era mi familia antes de partir a la guerra, lo ultimo que mi padre me digo fue.
“Nunca te rindas a las adversidades”
Desde que lo recordé no fui el mismo creo que Vahn me hizo algo en aquel momento que altero mi personalidad, pero me gusta ser así ahora vivo por y para la muerte, que me deparara el futuro no lo se pero algo grande seguro.
“La muerte solo es un paso a la liberación, acéptalo y vive con ello”
